Cuando preparaba la ruta por la Bretaña francesa di con una imagen de una fortaleza ubicada en la cima de unos acantilados y supe que quería ir. Tuve que investigar un poco sobre qué era y dónde estaba pero enseguida localicé que ese lugar que me había fascinado estaba en la Costa Esmeralda y se llamaba Fort La Latte o castillo de la Roche Goyon, en honor a su constructor.

Lo visitamos a finales de verano en un día ventoso, pero muy soleado, con una visibilidad espectacular, pero me fui de allí con la certeza que ese mismo lugar con niebla debe ser el escenario perfecto para una novela de asesinatos.

¿Visitamos juntos el Fort La Latte?

Cómo llegar al fuerte La Latte

Para llegar al cabo Fréhel o al Fort La Latte debéis circular por la carretera D786 y antes de llegar a la población de Fréhel (si venís desde el este) encontraréis un desvío muy bien señalizado que os indicará cómo llegar al Fort La Latte, el cabo Fréhel o la población de Plévenon, la más cercana a estos dos puntos de interés.

Intentar llegar en transporte público al Fort La Latte o al cabo Frehel es bastante complicado, por lo que lo más cómodo y rápido es alquilar un coche y así poder disfrutar de estas bonitas carreteras a tu aire.

Alojamiento cerca del Fort La Latte

El municipio más cercano al cabo Fréhel y al Fuerte La Latte es Plévenon. Allí podéis encontrar varios particulares que ofrecen alquileres vacacionales en su propia casa, algo muy habitual en Francia, especialmente en estos lugares que están un poco alejados de ciudades más grandes. Os recomendamos echar un vistazo a los establecimientos Holiday Home Plévenon o a Datcha du Cap Fréhel.

El camino de ronda entre el fuerte La Latte y el cabo Fréhel

Un camino de ronda espectacular, que bordea la costa esmeralda, el sendero costero GR34, une el fuerte La Latte y el cabo Fréhel. Son poco más de 4 kilómetros, que se pueden recorrer en hora y media, aproximadamente, y os permitirán disfrutar de unos paisajes de infarto. 

En algún lugar leímos que la zona de aparcamiento del cabo Fréhel era de pago, así que si os animáis a cubrir andando la distancia entre los dos puntos, es mejor aparcar en el Fort La Latte, donde el parking es gratuito.

Este es el track de todo el recorrido circular que también pasa por el pueblo de Plévenon.

Si tenéis intención de hacer el recorrido de ida y vuelta de Fort La Latte al cabo Fréhel a pie, calculad que necesitaréis unas tres horas, más el tiempo que invirtáis en visitar cada uno de los edificios.

Visitar el Fort La Latte

Stephen III Goyon mandó construir este castillo en pleno siglo XIV con el objetivo de defender la zona de las invasiones inglesas. Si lo consiguió o no, dejaremos que lo descubras durante la visita, pero lo cierto es que la fortaleza cumple con todos los requisitos para ser inexpugnable y defender el terreno.

Construido a 60 metros por encima del mar, está protegido por acantilados, una magnífica muralla y un puente levadizo que actualmente se usa para acceder a su interior. 

Después de un incendio que destruyó el castillo original casi por completo, este se reconstruyó, pero durante el siglo XIX se abandonó y no fue hasta 1931 cuando sus actuales propietarios llevaron a cabo una exhaustiva reconstrucción, permitiendo a los visitantes disfrutar de un monumento histórico magnífico que ofrece unas vistas panorámicas impresionantes.

Durante la visita, que requiere más o menos una hora, se visitan las dependencias residenciales, las mazmorras, los baluartes y una pequeña capilla, además de los patios y las zonas de huerto que se han adecuado para aprovechar el espacio.

La Costa Esmeralda desde la cima del fuerte La Latte

Lo más espectacular de la visita es, sin duda, subir a la cima de la torre más alta. Tuvimos suerte de poder disfrutar de un día soleado, aunque el viento era fuerte, porque las vistas desde este punto son espectaculares. Eso sí, para acceder hay que subir una escalera un poco empinada por la que hay que ayudarse con una cuerda. Varios carteles desaconsejan (y con razón) que los niños accedan a la cima de todo.

Si tenéis una vista prodigiosa dicen que desde aquí se puede la isla inglesa de Jersey, al norte, Saint-Malo y la bahía de Mont Saint-Michel, al este, y al oeste la isla de Bréhat. Si no pilláis un día soleado o vuestros ojos no alcanzan a ver a tanta distancia, lo que seguro que podréis contemplar es el faro que está justo en el cabo Fréhel.

No es de extrañar que varios directores de cine se hayan fijado en la espectacularidad de esta fortaleza para usarla como decorado de películas de época. En la década de los cincuenta, Tony Curtis y Kirk Douglas pasearon entre estos muros durante el rodaje de la película Los vikingos (1957).

Para visitar el fuerte La Latte hay habilitada una zona de parking que está ubicada a unos cinco minutos andando de la entrada a la fortaleza. Para acceder a ella podréis tomar un camino marcado que está muy cuidado o bien optar por coger un tramo del sendero del GR34 que os llevará hasta el castillo bordeando la costa. Nosotros optamos por hacer la vuelta hasta el párking por este camino y nos encantó. ¡Las vistas sobre el fuerte y sobre toda la costa son espectaculares!

Información práctica sobre el Fort La Latte: entradas y horarios 2024

La entrada al fuerte La Latte es de pago y este abre de febrero a octubre, aunque durante la temporada baja no está abierto todos los días, los fines de semana de diciembre y algunos de noviembre (en función de las vacaciones escolares francesas y también de otras festividades tipo Halloween). 

En la página web oficial encontraréis las tarifas actualizadas para este 2024, así como los horarios de apertura. 

Código ético. Libre

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