Si os pedimos que os imaginéis Mallorca, lo más probable es que os venga a la cabeza la imagen de una playa de arena blanca y aguas turquesas. Sabíais, sin embargo, que la región más bonita de la isla está llena de montañas, de carreteras estrechas y de pequeñas calas de guijarros?
Nos referimos a la Sierra de Tramuntana, un paisaje montañoso donde, a pesar de todo, se puede encontrar un enclave bien comunicado, tranquilo, ideal para familias y con playas de arena muy fina donde jugar a hacer castillos hasta que se ponga el sol. Estamos hablando de Port de Sóller, donde está ubicado un fantástico alojamiento boutique, ideal si se viaja con niños, donde nosotros disfrutamos muchísimo durante dos días: el Aimia Hotel.
Dónde está ubicado el Aimia Hotel
Lo remarcamos menudo y si sois lectores habituales nuestros ya lo sabréis, pero dejadnos insistir en que, para nosotros, un factor clave a la hora de elegir un alojamiento es su ubicación.
Durante nuestro viaje por Mallorca uno de los objetivos era descubrir la Sierra de Tramuntana, una zona que en 2011 la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad, dentro de la categoría de Paisaje Cultural. Es extensa y algunas de sus carreteras son estrechas y llenas de curvas, con lo cual, si no queríamos perder muchas horas al volante teníamos que estar ubicados en un punto estratégico que nos facilitara al máximo la movilidad.
Después de estudiar mucho el mapa, determinamos que Sóller es, sin lugar a dudas, el mejor punto de Tramuntana para establecer como campamento base. Pero, como no buscábamos sólo montaña, después de estar dos días alojados en el Gran Hotel Sóller, en el centro del municipio, nos desplazamos hasta su zona costera, Port de Sóller, para poder tener la playa al lado.
En este caso, optamos por el Aimia Hotel, un establecimiento muy dirigido a familias a un minuto de la playa, pero desde donde también se tienen vistas a la Sierra de Tramuntana. ¿Qué más se puede pedir?
Todos los servicios del Aimia Hotel
Las habitaciones del Aimia Hotel son amplias y cómodas, se desinfectan a diario, y muchas de ellas ofrecen unas fantásticas vistas a la bahía de Port de Sóller. ¡Un auténtico lujo despertarse oyendo y viendo el mar! Aparte, todas las habitaciones, independientemente de su categoría, cuentan con balcón, conexión gratuita a internet, TV vía satélite, minibar, aire acondicionado y caja fuerte gratuita.
Cada mañana se sirve un desayuno tipo buffet en la terraza del establecimiento, junto a la piscina y del cuidado jardín que la rodea. Se ofrecen todo tipo de opciones frías y calientes de máxima calidad.
El establecimiento también hace gala de su flamante spa. Este dispone de piscina climatizada, jacuzzi, diferentes tipos de duchas frías y calientes, gimnasio y también ofrece servicio de masajes. Actualmente, por protocolo COVID, hay que hacer reserva previa para poder disfrutar del spa.
Por otra parte, dispone de aparcamiento gratuito para los huéspedes, un plus muy importante, ya que aparcar en Port de Sóller durante los meses de verano no es fácil (ni barato).
Finalmente, supongo que coincidiréis con nosotros si os decimos que, viajando con niños, un establecimiento gana puntos si dispone de piscina. La del Aimia Hotel es muy amplia, su entorno es precioso y tiene, incluso, una pequeña piscina anexa destinada a los pequeños de la casa, ideal para que se bañen sin peligro mientras uno se relaja en las hamacas (aunque nunca se les puede perder de vista!). Terminar el día en remojo en el Aimia era el mejor colofón después de nuestras largas jornadas de viaje descubriendo la Sierra de Tramuntana.
Saboreando el Restaurante Airecel
A pesar de estar ubicado a pocos metros del paseo de Puerto de Sóller, un punto donde el bullicio puede ser un poco estresante en algunos momentos del día durante los meses de verano, el Aimia Hotel y su Restaurante Airecel son un oasis de tranquilidad y exquisitez a la hora de comer.
En la carta del Restaurante Airecel se pueden encontrar todo tipo de propuestas donde se dan la mano la gastronomía tradicional mallorquina con las influencias mediterráneas.
Aparte de la carta, cada noche se ofrece un menú por 26 € que varía diariamente en función de los productos frescos que llegan ese día a la cocina. Esta propuesta consta de dos opciones para elegir de primero, dos de segundo y dos de postre. Es habitual encontrar platos tradicionales con toques atrevidos y muy atractivos al paladar.
Los mediodías de los fines de semana, el Restaurante Airecel, también ofrece un menú por 19 €, sin la bebida incluida.
Sin lugar a dudas, si buscáis un hotel bien ubicado para disfrutar en familia de los impresionantes paisajes de la Sierra de Tramuntana, pero, para disponer a su vez de una fantástica playa donde relajarse, nuestra recomendación es que os alojéis en el Aimia Hotel de Port de Sóller.
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