Aunque 48 horas son muy pocas para conocer la capital de la Toscana, es posible recorrer las principales atracciones de Florencia en 2 días.
Es lo que nosotros hicimos durante nuestra escapada de 5 días a Bolonia y Florencia, con el añadido de que viajábamos con un bebé de 4 meses y que dormíamos en Bolonia, en la Residenza Ariosto.
¿Cómo llegar a Florencia?
El tren fue el medio de transporte que usamos nosotros para ir y volver de Bolonia en Florencia.
Desde la estación de Bologna Centrale salen trenes cada 15-20 minutos en dirección a Florencia. Ahora bien, debe tenerse en cuenta si se quiere coger un regional o un tren de alta velocidad, los conocidos como Frecciarossa.
La diferencia de tiempo es notable, ya que el Frecciarossa une Bolonia y Florencia en 35 minutos, mientras que los regionales tardan 1 horas y 45 minutos y hay que hacer un transbordo en la estación de Prato Centrale.
También lo es el precio, ya que el billete de ida y vuelta con el Frecciarossa puede estar entre los 40 y 50 €, mientras que el del regional no suele llegar a los 20 €.
Podéis consultar todos los horarios y los precios en la página web de Trenitalia, para decidir cuál es la combinación que más le conviene.
De los dos días que fuimos hasta Florencia desde Bolonia, uno utilizamos el Frecciarossa, mientras que el otro optamos por el tren regional.
Visitar Florencia en 2 días
Día 1
Si llegáis en tren a Florencia, un buen punto de partida para visitar la ciudad es la iglesia de Santa Maria Novella, ubicada justo en frente de la estación de tren. Su fachada de mármol blanco y verde es impresionante. Del mismo modo que también vale la pena perderse por uno de sus claustros y contemplar las magníficas obras pictóricas que hay en el interior de la basílica.
En la parte posterior de Santa Maria Novella, frente a la puerta de la estación de trenes, está la oficina de turismo, donde podéis solicitar información o un mapa para orientaros por la ciudad. También es uno de los puntos de venta de la Firenze Card (al final del artículo os contamos si vale o no la pena comprarla).
Desde la plaza de Santa Maria Novella, en poco más de cinco minutos andando, llegaréis a la Capilla Medici, un mausoleo donde están enterrados una cincuentena de miembros de esta reconocida familia florentina. La visita ya vale la pena sólo por poder contemplar la Sacristía Nueva de Miguel Ángel y la Capilla de los Príncipes de Buontalenti.
Antes de visitar la Basílica de San Lorenzo, de donde forma parte la Capilla Medici, podéis acercaros a dar un paseo hasta el Mercado de San Lorenzo, donde podréis comprar o degustar algunas especialidades italianas.
La Basílica de San Lorenzo fue la iglesia más importante de Florencia hasta la construcción del Duomo de Santa María dei Fiore. Su simplicidad exterior contrasta con la majestuosidad del interior, obra de Filippo Brunelleschi por encargo de la familia Medici, que lo usaba como parroquia familiar.
A unos diez minutos andando desde San Lorenzo, encontraréis una de las paradas imprescindibles de Florencia: la Galleria dell’Accademia.
Su obra más importante es, sin lugar a dudas, el David de Miguel Ángel. Sin embargo, también se pueden contemplar obras inacabadas de Buonarroti, como los esclavos que debían decorar la tumba del papa Julio II, y obras pictóricas de Sandro Botticelli, Filippino Lippi o Ridolfo Ghirlandaio.
Después de una mañana muy intensa, os recomendamos que recuperéis fuerzas en una pizzería/focacceria que hay muy cerca de la Galleria dell’Accademia, llamada Itaco (Via dei Servi, 116 -118), donde comimos muy bien y a un precio muy razonable. Ofrecen también comida para llevar.
A continuación, si aún os queda energía, os recomendamos un museo que muchos turistas suelen pasar por alto, pero que vale la pena. Estamos hablando del Museo nazionale del Bargello, que alberga una colección de escultura renacentista excelente. Hay obras de Miguel Ángel, Donatello o Ghiberti, entre muchos otros.
Es muy posible que después de esta intensa ruta ya no tengáis fuerzas para mucha cosa más, así que, compraros un gelato y descansad a la sombra de las esculturas que hay en la Loggia della Signoria mientras contempláis esta magnífica y céntrica plaza de Florencia.
No puedo evitar confesaros que la Piazza de la Signoria y la Piazza Navona de Roma son, para mí, las dos mejores plazas del mundo (al menos de las que he visitado hasta ahora).
Día 2
Contemplar Florencia desde las alturas es una de las mejores cosas que uno puede hacer cuando visita la ciudad y hay una manera de hacerlo gratuitamente. Se trata de subir hasta Piazzale Michelangelo, el mejor mirador sobre la ciudad.
Aunque el trayecto se puede hacer a pie, os recomendamos coger el autobús 12 o el 13 que os dejarán en la misma plaza. Si estáis por la zona de la estación central, estos buses tienen su punto de partida allí mismo. En el caso de que tengáis ganas de caminar, la bajada a pie es muy agradable.
Una vez hechas mil fotos del skyline florentino, os recomendamos ir hasta la Piazza del Duomo. La cola que se forma para poder entrar en el Duomo de Santa María dei Fiore suele ser eterna, así que tomároslo con paciencia. La visita es gratuita y vale mucho la pena, pero, en esta ocasión, nosotros tuvimos que descartarlo porque hacía demasiado calor para estar con la pequeña más de una hora al sol esperando.
En cambio, si que entramos en el Battistero de San Giovanni, el edificio más antiguo que hay en la Piazza del Duomo. Sorprende el mosaico bizantino de su cúpula, pero también vale la pena detenerse en su exterior para contemplar La puerta del paraíso, que mira hacia la Catedral. Lorenzo Ghiberti dedicó 26 años de trabajo a la construcción de esta puerta hecha con paneles de bronce.
Muy recomendable también es visitar el Palazzo Medici Riccardi, que fue la residencia de la familia Medici hasta en 1659 cuando lo compró la familia Riccardi. La galería de los espejos o la capilla de los Reyes Magos, bien valen la visita a este palacio de la ciudad.
Finalmente, después de recuperar fuerzas con una buena comida, no podéis perderos perderse el museo por excelencia de Florencia: la Galleria degli Uffizi. La colección es tan grande que, incluso, hay obras no expuestas por falta de espacio y algunas han tenido que ser trasladadas a otros museos.
Es una pinacoteca magnífica, que requiere horas y horas para contemplar todas sus obras. Sin embargo, el museo está dividido por colecciones. Por ello, nuestra recomendación es que decidáis antes qué zonas deseáis recorrer para no tener que hacer kilómetros en vano por el interior de los inmensos pasillos.
Es posible que vuestras fuerzas se empiecen a terminar después de estas 48 horas maratonianas por la ciudad de Florencia, pero muy cerca de la Galleria degli Uffizi os quedan todavía dos símbolos más de la ciudad que os pueden servir de despedida: el Ponte Vecchio y la Piazza della Repubblica.
Evidentemente, Florencia tiene mucho más para ofrecer y 48 horas se quedan muy cortas, pero si es la primera vez que visitáis la capital de la Toscana, este itinerario es muy completo para conocer algunas de las principales atracciones de la ciudad.
El mapa de Florencia
A continuación, os dejamos un mapa con todos los puntos mencionados anteriormente, para que os sea un poco más fácil orientaros.
Firenze card. ¿Sí o no?
Como muchas ciudades turísticas, Florencia dispone de una tarjeta turística que da acceso a numerosos museos y al transporte público durante 72 horas. Se trata de la llamada Firenze Card.
Si sólo tenéis que estar 48 horas en Florencia, ¿vale la pena adquirirla? Depende. Depende de lo que queráis visitar y de la época del año en que viajéis a Florencia.
La Firenze Card cuesta 72 € y tiene una vigencia de 72 horas. A partir de aquí es el momento de hacer vuestros cálculos en función de los museos o atracciones que queráis visitar durante vuestra estancia en Florencia y el uso que haréis del transporte público.
Nosotros decidimos comprarla y debo reconocer que, en nuestro caso, no nos salieron a cuenta los 72 €, teniendo en cuenta los museos que visitamos. Entonces, ¿por qué la compramos? Visitamos Florencia el primer fin de semana de agosto, es decir, temporada extra alta, y las personas que disponen de la Firenze Card disponen de acceso prioritario y sin cola.
Teniendo en cuenta las fechas y que viajábamos con un bebé de 4 meses, no lo dudamos. Sin la Firenze Card no habríamos podido entrar en la Galleria dell’Accademia o en la Galleria degli Uffizi porque no nos habríamos atrevido a hacer colas de más de una hora con una temperatura de más de 30 grados con una niña tan pequeña.
Así pues, os recomendamos valorar la situación personal de cada uno. Aunque económicamente no nos acabase de salir a cuenta, nosotros volveríamos a adquirirla sólo por la comodidad que nos supuso.
Consultad el listado de museos/atracciones que podéis visitar con la Firenze Card y también los puntos de venta donde se puede adquirir. Pensad que también se puede comprar online, aunque tendréis que ir a algún punto oficial de recogida para obtenerla.
¿Habéis visitado Florencia? ¿Creéis que nos hemos dejado algún imprescindible en este recorrido de 48 horas?
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