Si estás planificando viajar a Islandia lo más seguro es que te estés planteando qué lugares puedes ver en la llamada isla de hielo y fuego. Además, es posible que el principal dilema que te plantees sea cómo conseguir viajar a Islandia de forma barata, ya que este es uno de los países más caros del continente europeo.
Aún así, aunque viajar barato a Islandia es bastante complicado, no es imposible, ya que ¡hay infinidad de sitios de Islandia que se pueden visitar gratis!
Así pues, para ayudarte a organizar tu próximo viaje low cost a Islandia, ¡hemos recopilado los 30 lugares imprescindibles de Islandia que puedes visitar gratis!
Mapa de los lugares que ver en Islandia
Antes de comenzar con la recopilación, te dejamos un mapa donde hemos marcado los 30 lugares imprescindibles que debes visitar en Islandia para que te hagas una idea de dónde están situados.
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Los 30 lugares gratis que visitar en una ruta por Islandia
La siguiente recopilación de los lugares más bonitos y de acceso libre que debes visitar en Islandia están ordenados partiendo del norte de la isla y siguiendo el sentido de las agujas del reloj, es decir, dando la vuelta a la isla hacia el este y hacia el sur.
La granja Glaumbær
En Glaumbaer está el museo de la explotación de la turba, un material orgánico que se utiliza para obtener combustible o abono. Para acceder al museo hay que pagar entrada, pero ver el exterior de estas típicas construcciones islandesas con el techo de turba no es necesario pagar. Basta con aparcar en el parking gratuito cercano y pasear entre estas curiosas construcciones.
Godafoss, la cascada de los dioses
A Godafoss se la conoce como la cascada de los dioses. Aunque no es de las más espectaculares de la isla, su amplitud y ubicación la hacen muy fotogénica.
Hay dos aparcamientos, uno en cada orilla de la cascada. Para llegar al lado oeste, el mejor según nuestra opinión, hay que caminar unos tres minutos desde el aparcamiento. La otra opción es dejar el coche en el párking del centro de visitantes donde hay cafetería y baño. Desde este punto el camino a recorrer es de unos 10 minutos y se puede ver la cascada desde el lado este.
El campo de lava de Dimmuborgir
En el campo de lava de Dimmuborgir se pueden ver extraños pilares y colinas que se crearon hace más de 2000 años en una de las explosiones del volcán Hverfell, que se vislumbra perfectamente desde la zona.
Hay tres caminos marcados que se pueden seguir fácilmente a pie para contemplar estas curiosas formaciones. El más popular es el Círculo de la Iglesia (2,25 km), conocido como la ruta Kirkjan, que se puede hacer en menos de una hora. Sino también se puede hacer el Círculo Pequeño (550 m, unos diez minutos) y el Círculo Grande (800 m, 20 min). Otra posibilidad es subir al cráter del Hverfell. La subida no es excesivamente dura y las vistas valen la pena, pero el viento que suele soplar es bastante fuerte.
La fumarolas de Hverir
En Hverir encontrarás un paisaje lunar de calderas, respiraderos humeantes y fumarolas calientes. El espectáculo es impresionante, ahora bien, el hedor a putrefacción puede estropearte la visita.
El primer impacto cuando sales del coche es duro. Mi sensación fue que, si esa peste se mantenía, el desayuno no aguantaría mucho tiempo dentro de mi estómago, pero poco a poco te acostumbras (nunca del todo) y vale la pena acercarse a las calderas y quedarse boquiabierto sin terminar de entender cómo todo eso puede surgir de manera natural del suelo.
Eso sí, es muy importante tener cuidado con el viento porque si cambia de dirección te puedes encontrar en medio de una nube de vapor putrefacto que irrita mucho los ojos y la garganta.
El cráter del volcán Viti
En Krafla, donde hay una enorme planta de energía geotérmica que aprovecha los movimientos de la región, se puede acceder al cráter del Viti (traducido como infierno), que tiene un lago de agua turquesa en su interior. Es muy fácil y rápido llegar y hay una zona de aparcamiento muy cerca de la cima. Además, desde el mismo cráter se pueden contemplar nuevas zonas donde el suelo humea y huele a azufre.
Darse una ducha en medio de la carretera
En medio de la carretera que va de Hverir a Krafla, la 863, hay una ducha exterior que está justo al lado de un arroyo. Es curioso acercarse y tocar el agua que emana de este curioso artilugio o remojarse en el riachuelo. ¡Nunca en la vida había puesto la mano en un río de agua tibia!
Las auroras boreales de Islandia
Aunque no es uno de los mejores lugares del mundo para verlas, si tu viaje a Islandia es entre los meses de septiembre y marzo, no te olvides de mirar el cielo y cruza los dedos para ver aparecer la aurora boreal. Es uno de los fenómenos naturales más maravillosos que hemos tenido la suerte de contemplar. No es fácil ya que tienen que coincidir muchos factores y uno de ellos es la suerte, pero si dispones de vehículo propio aléjate de zonas con contaminación lumínica y que estén libres de nubes y espera. ¡Ver bailar el cielo ante tus ojos es algo que no olvidarás jamás!
Dettifoss o la garganta de los dioses
Dettifoss es posiblemente una de las cascadas más espectaculares que veréis en vuestra vida. Sólo tiene 44 metros de altura, pero cada segundo caen más de 190 metros cúbicos de agua, que hacen que el rocío se vea desde un kilómetro de distancia. El ruido que hace es ensordecedor y ver la cantidad de agua que cae cada segundo te deja sin palabras.
Para llegar a la conocida como “garganta de los dioses” hay dos posibles caminos: la carretera F862, que circula por el oeste del parque y sólo es apta para 4×4, y la carretera 864, que va por el lado este de la cascada y es apta para todo tipo de vehículos (aunque está en bastante mal estado y llena de baches enormes).
Aunque viajes con 4×4, mi recomendación es que vayas por el lado este (por la carretera 864, la que es apta para todos los vehículos). En este lugar puedes acercarte mucho más a la cascada, suele haber mucha menos gente y es bastante más fotogénica que desde el lado oeste.
El fiordo Seydisfjördur
Para acceder al fiordo Seydisfjördur tienes que atravesar un puerto de montaña espectacular, en el que hay un lago con icebergs y donde te encuentras numerosos saltos de agua por todas las montañas que rodean la carretera. Sólo por estas vistas ya vale la pena hacer el camino para llegar hasta el pueblo de Seydisfjördur, un bonito municipio de sólo 700 habitantes. Es de película, rodeado de montañas, tranquilo, con casitas de madera… ¡Nos habríamos quedado a vivir allí con los ojos cerrados!
La cascada Gufufoss
De camino a Seydisfjördur hay muchísimos saltos de agua, pero uno de los más espectaculares es la cascada Gufufoss. Está en un entorno magnífico y dada su ubicación es bastante fácil acercarse hasta el borde. Eso sí, ¡siempre con mucho cuidado de no resbalar!
Contempla las ovejas islandesas
¿Sabías que en Islandia hay el doble de ovejas que de personas? ¡Se calcula que puede haber más de 600.000! Es habitual encontrarlas junto a la carretera e, incluso, a menudo puede que tengas que detener el coche para dejarlas cruzar.
Estas ovejas son de una raza pura autóctona y suelen pastar libres por las montañas durante los meses más cálidos, dando a su carne un sabor excelente.
La laguna glaciar Jökulsárlón
Sin ninguna duda, este es uno de mis paisajes favoritos de Islandia. La laguna glaciar Jökulsárlón sólo tiene noventa años, ya que hasta principios de la década de los años treinta el glaciar Breiðamerkurjökull llegaba hasta la carretera. Durante los últimos años se está retirando rápidamente y en consecuencia el lago está creciendo muchísimo.
Existe la posibilidad de navegar por la laguna en lancha rápida o en barco anfibio, para acercaros a los icebergs y tener la posibilidad de contemplar las focas que suele haber por la zona más de cerca.
Diamond Beach
¿Por qué en Islandia hay una playa llamada Diamond Beach? La laguna glaciar Jökulsárlón desemboca en el mar, justo en un lugar donde hay una extensa playa de arena negra. Hasta allí son arrastrados enormes bloques de hielo de la laguna que con el reflejo de los rayos del sol brillan como diamantes. ¡Es un paisaje espectacular!
Eso sí, hay que ir con mucho cuidado con el oleaje, porque puede ser muy fuerte.
La laguna glaciar Fjallsárlón
La laguna Fjallsárlón es la hermana pequeña de Jökulsárlón. Es mucho menos turística, pero eso no quita que sea igual o más impresionante. La lengua glaciar está mucho más cercana que en Jökulsárlón y el paisaje es de infarto. En esta laguna también se ofrecen salidas en lanchas rápidas que permiten acercarse hasta las enormes paredes de hielo.
La cascada Svartifoss
En el Parque Nacional de Skaftafell está la cascada Svartifoss, muy famosa por estar rodeada por columnas basálticas de color negro de origen volcánico. Desde el centro de visitantes del parque, tendréis que andar una media hora, más o menos, para llegar hasta la cascada. El camino no es complicado, pero hay un poco de pendiente.
Esta es la excursión más famosa para hacer en Skaftafell, pero hay infinidad de recorridos que se pueden seguir, de más o menos dificultad.
Hacer cualquiera de estas caminatas es gratuito, pero, en este caso, el parking del parque es de pago.
Alojamiento recomendado en Kirkjubaejarklaustur
En el municipio islandés de Kirkjubaejarklaustur está uno de los alojamientos con mejor calidad-precio de todos los que conocemos de Islandia. Se trata del Hotel Klaustur. Ha sido renovado recientemente y, a parte de habitaciones amplias y muy limpias, ofrece desayunos muy completos y ricos y también sirven cenas a un precio bastante aceptable teniendo en comparación con otros lugares similares.
El cañón Fjadrargljufur
Seguramente no será uno de los cañones más impresionantes que visites, pero el entorno de Fjadrargljufur, de un verde intenso, es una maravilla para los sentidos. Este cañón tiene unos 100 metros de profundidad y un sendero de unos dos kilómetros permite ir siguiendo toda su extensión a la vez que se va abriendo en distintos miradores para contemplar las increíbles formaciones rocosas.
Al inicio del cañón hay una zona de aparcamiento no muy amplia, así que si viajas en temporada alta aprovecha para visitarlo a primera o a última hora del día.
Campos de lava de Kirkjubaejarklaustur
Muy cerca del pequeño pueblo de Kirkjubaejarklaustur, junto a la carretera principal que voltea toda la isla, hay unas zonas preparadas para pasear brevemente por los extensos campos de lava cubiertos de tundra. ¡Es muy importante no pisar ni tocar la tundra!
La playa de Reynisfjara
Reynisfjara es, seguramente, la playa más famosa de Islandia. Su arena negra está flanqueada por enormes columnas de basalto y, al fondo, se extienden los pináculos marinos de Reynisdrangur, unos trolles que quedaron petrificados al ser sorprendidos por el sol (o eso cuenta la leyenda).
Hay que ir con mucho cuidado con las mareas, ya que está es una de las playas más peligrosas del mundo, porque su oleaje puede cambiar de un momento a otro sin que te des cuenta y arrastrarte si estás muy cerca de la orilla.
Además, la playa, junto con el arco de roca Dyrhólaey (el acceso se encuentra a unos 10 kilómetros al oeste de Vík), son uno de los puntos de la isla donde los frailecillos se dejan ver desde más cerca durante la época veraniega. Así que prepárate para reírte un rato viéndolos aterrizar, jugar entre ellos y despegar como si tuvieran muchísima prisa. ¡Son encantadores!
La cascada Skógafoss
Skógafoss es una de las cascadas más perfectas de Islandia. De 30 metros de ancho y 60 de salto de agua, su forma rectangular es de lo más curiosa y espectacular. Dice la leyenda que detrás de ella se esconde un tesoro…
Puedes acercarte bastante a la caída de agua. Eso sí, en función de cómo sople el viento puedes salir de allí empapado. Desde la base de la cascada salen unas escaleras que llevan hasta la cima (son bastantes y un poco altas), donde hay un sendero que bordea el río Skógá y que lleva hasta otros saltos de agua.
La cascada Seljalandsfoss
La cascada Seljalandsfoss tiene una caída de 60 metros. La cascada en sí no es nada del otro mundo, en comparación con otras de Islandia, pero vale mucho la pena detenerse en ella porque hay un pequeño sendero que permite caminar por detrás del salto del agua. ¡Una experiencia increíble!
Eso sí, no te olvides del impermeable y ve bien calzado porque el entorno suele estar siempre muy mojado y resbaladizo.
Aunque la visita a la cascada es gratuita, el párking que hay justo enfrente es de pago.
La cascada Gljúfrafoss
Siguiendo un sendero que sale desde Seljalandsfoss, a unos 600 metros se encuentra la cascada Gljúfrafoss. Cubierta parcialmente por un peñasco, para acceder hasta ella tienes que caminar por la orilla de un pequeño riachuelo y, en función de su caudal, es posible que acabes con los pies medio en remojo.
Es una de las experiencias más brutales que podrás vivir en Islandia. Al estar prácticamente en el interior el ruido es ensordecedor y será imposible que salgas seco, así que ¡no te olvides del impermeable!
La cascada Urriðafoss
Urriðafoss es la mayor cascada del río Thjorsa, el más largo de Islandia con 230 km de longitud. Muy cerca de Selfoss, hay que tomar un desvío por la carretera 302, y en menos de cinco minutos se llega al aparcamiento gratuito de la cascada. La señalización no es la mejor, así que cuando veas una granja a la derecha del camino, fíjate bien en el lado izquierdo y verás el pequeño cartel que indica el lugar donde está la cascada.
Es una cascada bastante desconocida, así que no suele estar muy concurrida.
Área geotermal de Krýsuvík
El área geotermal de Krýsuvík está situada en la península de Reykjanes, en el sur de Islandia. Un sendero de pasarelas de madera, con pendientes y algunos tramos cortos de escaleras, permiten recorrer el perímetro de esta zona donde se han creado solfataras, fumarolas, “ollas de barro” y manantiales de agua termal. Los colores de la tierra en este lugar son de otro planeta y el hedor que emana de ellos también.
Se puede aparcar el coche gratuitamente a un minuto de las pasarelas.
Saluda a los caballos islandeses
El caballo Islandés es la única raza de caballos en Islandia y los islandeses están muy orgullosos de ellos y trabajan duramente para protegerlos. Son algo más pequeños que los caballos a los que solemos estar acostumbrados, pero no son ponis.
Es habitual, sobre todo en el sur de la isla, encontrar cercados donde se mueven libremente y si os acercáis a saludarlos suelen ser muy dóciles y simpáticos (siempre que no los asustéis, claro).
La escultura del Viajero del Sol
En Reikiavik podemos encontrar la escultura el Viajero del Sol, obra de Jón Gunnar Árnason. Se trata de una oda al sol a través de un bote que persigue la esperanza, el progreso y la libertad. Ubicada junto al mar, en el centro de la ciudad, es un lugar increíble para disfrutar de la puesta de sol.
Parque Nacional de Thingvellir
El Parque Nacional de Thingvellir, en pleno Círculo Dorado, es Patrimonio Mundial de la Unesco y uno de los lugares donde vuestros ojos serán incapaces de captar todas las tonalidades de verde y azul que conforman el paisaje.
La llanura de Thingvellir está ubicada en el límite de una placa tectónica que hace que anualmente Europa y Norteamérica se separen entre 1 y 18 mm. En la zona hay unas enormes fracturas, la más espectacular de las cuales es la falla Almannagjá, que puedes atravesar por medio. El río Oxara corta la falla y termina en unas bonitas cascadas, siendo Öxarárfos la más espectacular.
Completa el paisaje el lago Pingvallavatn que, con 84 kilómetros cuadrados, es el más grande de Islandia.
Área geotermal de Geysir
En el área geotermal de Geysir, que también forma parte del conocido como Círculo Dorado, es donde está ubicado el Gran Geysir, el géiser que da nombre a este fenómeno de la naturaleza.
El problema es que el Gran Geysir no erupciona muy a menudo porque durante la década de 1950 unos turistas tiraron piedras para hacerlo salir y lo bloquearon. Aunque los terremotos de principios del milenio mejoraron un poco la situación, no ha vuelto nunca a la altura original (llegaba hasta los 80 metros) y ahora únicamente erupciona de forma regular en periodos de mucha actividad sísmica.
Por suerte, a pocos metros está el Strokkur, el géiser más fiable del mundo. Suele erupcionar cada siete u ocho minutos y puede llegar hasta unos 30 metros de altura. Es importante no ponerse en la dirección del viento si uno no quiere acabar empapado de arriba a abajo.
En la zona también se pueden encontrar coloreados manantiales y pozos de donde el agua surge a unos 100 grados.
La cascada Gullfoss
Podría decirse que Gullfoss es una de las cascadas más famosas de Islandia (también forma parte del Círculo Dorado). Tiene una caída de 32 metros en dos niveles que crea una pared de rocío antes de desaparecer por un estrecho barranco con un ruido ensordecedor.
Debes tener en cuenta que es la más famosa porque también suele ser la más concurrida. Está muy cerca de Reykjavik y desde allí se ofrecen muchas excursiones organizadas hasta este lugar.
Existe la posibilidad de acercarse bastante a una de las caídas, pero hay que ir con cuidado porque el sendero suele estar muy mojado y en invierno se congela.
Región termal de Deildartunguhver
Muy cerca de Reykholt se encuentra la región termal de Deildartunguhver. Es el mayor manantial de aguas termales de Europa, con un caudal de 180 litros de agua por segundo que emerge de la tierra a 100 grados centígrados. Hay que ir con mucho cuidado, no tocar jamás el agua y hacer caso a las señalizaciones de alerta para no abrasarse.
Desde la carretera, a medida que te vas acercando al lugar, se ve perfectamente la nube de vapor.
Las cascadas Hraunfossar
El nombre Hraun proviene de la palabra islandesa “lava”, que es el origen del nombre de las cascadas Hraunfossar, ya que esta serie de cataratas caen al río Hvítá a través de un campo de lava que fluyó de la erupción de uno de los volcanes que hay bajo el glaciar Langjökull.
Si se quiere disfrutar un poco más de la zona, caminando unos 15 minutos desde Hraunfossar, siguiendo la señalización que hay en la zona, se llega a la cascada Barnafoss.
Una propuesta extra: el avión abandonado de Islandia
En los últimos años, una de las actividades que más se ha popularizado en Islandia es llegar hasta el avión abandonado que hay en la playa Sólheimasandur. Su imagen se ha viralizado en muchas ocasiones en las redes sociales, pero, sinceramente, no te recomendamos ir. ¿Por qué? En el mejor de los casos, tardarás unas dos horas en ir y volver hasta llegar al avión abandonado de Islandia, siendo el viento uno de los principales inconvenientes de esta excursión, ya que estás totalmente expuesto a él, y una vez allí no hay más atractivo que hacerse cuatro fotos y volver. Lo hemos hablado con varios viajeros que han hecho el camino y todos coinciden en decir que no lo volverían a hacer.
En Islandia hay atractivos mucho mayores que este, te lo aseguramos, y con este artículo esperamos haberte descubierto muchos de ellos.
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Este artículo está escrito en base a nuestra propia experiencia, con información veraz que queremos que te sea útil a la hora de planificar tus viajes.
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Islandia se ve realmente espectacular!!
Guardadísimo el post para cuando vaya por allí. La verdad es que hace mucho que le tengo ganas pero siempre me echa para atrás el dinero. Aunque viendo la cantidad de cosas que se pueden hacer gratis, supongo que todo es gestionarlo lo mejor posible!
Muchísimas gracias por toda la info 🥰
Hola Laura! No es un destino barato, el alojamiento y la comida son caras, pero en cuanto a actividades, como puedes ver, se puede economizar muchísimo ya que los espacios naturales son, la gran mayoría, de libre acceso! Espero que puedas viajar pronto a Islandia!