Si hacéis una escapada a Berlín o un viaje de más días en la capital de Alemania, una excursión muy recomendable que se puede hacer perfectamente en un día es una visita a Potsdam.
Potsdam está situada a sólo 25 kilómetros al sur oeste de Berlín. Esto, sumado a las buenas comunicaciones en tren, lo convierten en una gran opción para desconectar durante unas horas del bullicio de la capital. Desde la estación central de Berlín sale un convoy en dirección a Potsdam cada 10-15 minutos.
Ahora bien, ¿qué hay que ver en Postdam? La ciudad fue residencia de los reyes prusianos que hicieron construir un conjunto de palacios y parques que son Patrimonio Mundial de la UNESCO como paisaje cultural desde el año 1990.
Cómo llegar a Potsdam desde Berlín
Sin lugar a dudas la manera más cómoda y rápida de llegar a Potsdam desde Berlín es el tren. Además, destacar que en Potsdam hay dos estaciones de tren, una de las cuales, Bhf Park Sanssouci, está ubicada a cinco minutos caminando del acceso a la zona de los palacios, por lo que es muy fácil llegar.
El precio del billete de ida y vuelta de Berlín a Potsdam es de 6,80 €.
Ahora bien, una opción que existe y que sale muy a cuenta es comprar un abono de transporte de un día de Berlín que sirva para las zonas A-B-C, que tiene un coste de 7,70 €. En este caso, podréis aprovechar el mismo billete para usar el transporte público de Potsdam (tranvía o autobús) y también el de Berlín.
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Qué ver en Potsdam
El Palacio Sanssouci
Durante el siglo XVIII, Potsdam se convirtió en la residencia de la familia real prusiana. Durante el reinado de Federico el Grande, se construyeron varios edificios reales que aún se conservan en medio de una gran zona verde.
Uno de los más destacados es el Palacio Sanssouci (“sin preocupaciones”), un palacete de verano de estilo rococó edificado coronando varias terrazas de viñedos.
Cerca de este conjunto está el Palacete Chino, que conserva una buena colección de porcelanas.
Al otro lado del parque está el Neues Palais, un enorme edificio clasicista de ladrillo visto que destaca por su cúpula de cobre verdoso. Fue la residencia del último káiser Guillermo II.
Aparte de estos tres, también se pueden visitar el Palacio Charlottenhof, el Palacio de Babelsberg y el Palacio del Belvedere, que tiene aspecto de templo y que ofrece vistas panorámicas de la ciudad, el parque y los lagos.
Actualmente, la ciudad tiene un 75% de zona verde y sólo un 25% edificado. De hecho, todos estos palacios están ubicados en diferentes parques, pero que están unidos unos a otros y por donde vale la pena pasear, sobre todo durante la primavera y el verano.
Durante nuestra escapada para visitar los mercados de Navidad de Berlín, decidimos ir hasta a Potsdam, ya que Alex y la becaria no habían estado nunca.
El recuerdo que yo tenía, después de una visita en un mes de julio, era de unos grandes parques verdes y llenos de esculturas y flores. En esta ocasión, aunque el espacio tenía su encanto, muchas de las esculturas estaban tapadas para protegerlas de la nieve, y el bosque tenía un aspecto totalmente invernal. Bonito, pero no tanto como en los meses de buen tiempo.
Así pues, si tenéis la oportunidad de escaparos a Potsdam en primavera o en verano, no dudéis en ir. Si la visita la haréis en invierno, no la descartéis, pero tened en cuenta que no podréis ver la zona en todo su esplendor.
Además de los parques y los palacios, si hacéis una excursión a Potsdam no dejéis de visitar la Puerta de Brandenburgo. Esta es más antigua que la de Berlín y se encuentra en el centro de la ciudad cerca de la Luisenplatz.
No os perdáis tampoco un paseo por el barrio holandés o el pequeño Amsterdam, que destaca por sus construcciones de ladrillo rojo. La calle más típica es el Mittelstraße.
Los mercados de Navidad de Potsdam
Como todas las grandes ciudades alemanas, Potsdam acoge numerosos mercadillos de Navidad durante el mes de diciembre.
El más concurrido es el llamado Blauer Lichterglanz, que se ubica en el entorno del centro histórico de la ciudad. En Luisenplatz se instalan numerosos puestos de feria y a lo largo de Brandenburger Str. hay puestos de artesanía, comida y decoraciones navideñas.
Suele abrir puertas el último fin de semana de noviembre hasta el 29 o 30 de diciembre.
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