Ruta por los 15 pueblos más bonitos de la Bretaña francesa

por | Última actualización Feb 2, 2024

Después de dos rutas en coche por la Bretaña francesa, visitando casi toda la región y buscando lugares con encanto y muy fotogénicos, creo que ya tengo suficiente criterio para elaborar mi propia lista con los 15 pueblos más bonitos de la Bretaña francesa.

Mapa de la Bretaña francesa

Antes de comenzar a planificar un viaje es importante ubicarse y hacerse una idea de la región que se quiere visitar. Por este motivo hemos preparado este mapa donde hemos marcado los que son para nosotros los 15 pueblos más bonitos de la Bretaña francesa.

Consejos para organizar una viaje por la Bretaña francesa

Cómo llegar la Bretaña francesa

Los principales aeropuertos para llegar a la Bretaña francesa son los de Nantes y Rennes. Varias compañías aéreas low cost conectan Madrid y Barcelona con estas ciudades en algo menos de dos horas de trayecto.  

Otra opción es volar a París. En este caso es recomendable viajar al aeropuerto Charles de Gaulle donde hay estación de TGV. Desde allí parten dos trenes diarios que conducen a los pasajeros desde el mismo aeropuerto hasta la ciudad de Rennes.

Alquila un coche para recorrer tranquilamente la Bretaña francesa

Aunque es posible moverse en transporte público, la forma más cómoda de recorrer la Bretaña francesa es por carretera con vehículo propio. Los principales aeropuertos para llegar a la región son los de Nantes y Rennes, donde muchas compañías de alquiler de coche ponen a disposición sus vehículos para los viajeros.

Para encontrar las mejores tarifas, nosotros solemos usar el comparador Autoeurope, así nos aseguramos de alquilar el vehículo con la empresa que ofrece un precio más barato.

Dónde alojarse en la Bretaña francesa

La Bretaña francesa es una región bastante extensa y si se quiere recorrer en su totalidad harán falta varios días (unos 9 o 10 como mínimo) y establecer varios lugares donde pernoctar para evitar hacer muchos kilómetros. Si uno no quiere estar cambiando de alojamiento cada día, los siguientes pueblos o ciudades consideramos que son buenos puntos intermedios para visitar las diferentes zona de la región:

  • Vannes, para recorrer el suroeste de Bretaña.
  • Quimper, para visitar el noreste de Bretaña.
  • Dinan, para moverse por el norte de Bretaña.

A continuación, os recomendamos algunos alojamientos en cada uno de estos municipios, que cumplen la regla de BBB (bueno, bonito y barato) por si os puede servir de ayuda: 

Alojamiento en la Bretaña francesa

No te olvides del seguro de viajes

Para viajar a Francia, especialmente si te acompañan niños, te recomendamos contratar un buen seguro de viaje que te garantice asistencia médica y sanitaria, ya que la Tarjeta Sanitaria Europea no cubre siempre el 100% de las incidencias.

Nosotros viajamos asegurados con Mondo que nos ofrece unas coberturas muy amplias y asistencia durante el viaje a través de su App con chat médico 24 horas. Si te interesa, por ser nuestro lector, te ofrecemos un descuento directo del 5% a la hora de contratar tu seguro de viaje.

Imprescindibles de un viaje por la Bretaña Francesa

Cómete una galette

Viajar a Francia y no comerse un crepe es un pecado, pero debes saber que en Bretaña tienen su propia especialidad y se llama galette. ¿Cuál es la diferencia entre un crepe y una galette? Pues que la primera se prepara con harina de trigo, mientras que para la segunda se usa trigo sarraceno, que le da un sabor muy característico y menos dulce. 

La galette más tradicional se prepara rellena de jamón cocido, queso emmental y huevo, pero son muchísimas las variedades que ofrecen los restaurantes de la zona. De hecho, es fácil encontrar establecimientos donde sólo sirven galettes de todo tipo, saladas y también dulces. Como no contiene gluten, es una especialidad apta para celíacos. 

Comer galettes bretonas

Disfruta de una buena mariscada

Uno de los mayores placeres gastronómicos de Bretaña es comer marisco fresco. En las poblaciones costeras hay muchos restaurantes donde se sirven mejillones y ostras. De hecho, algunos de estos establecimientos tienen sus propios criaderos, así que es habitual que sea el mismo productor el que te traiga el plato de marisco a la mesa.

Si te gustan las ostras, debes ir a Cancale, al norte de Bretaña, donde el plato estrella es la ostra plana de Cancal, que cuenta con la DOP de la Bahía del Mont Saint-Michel y que puede degustarse en el mismo puerto mientras se contempla a lo lejos el Mont Saint-Michel.

Comer marisco en la Bretaña francesa
Comer ostras en Cancale

Prueba la sidra

La manzana es la fruta más emblemática de Bretaña y a partir de esta fruta se elaboran dos tipos de sidra, la bebida más típica de la región. La semiseca, que tiene entre 3 y 5 grados, y la sidra seca o brut, que tiene una graduación superior a 4 grados. Su sabor es muy suave y es muy refrescante para tomarla con las comidas veraniegas. 

Es habitual degustarla en tazas de cerámica blanca con asa, nada de vasos o copas.

Sidra bretona

Qué ver en la Bretaña francesa. Los pueblos más bonitos

Guérande

Esta ciudad fortificada, a la que muchas veces se la conoce como la “Carcassonne del Oeste”, es famosa por su sal marina. Sus salinas son una de las imágenes más icónicas de la región y es fàcil encontrar sal de la zona en la mayoría de establecimientos del municipio.

Las murallas de la ciudad son su principal atractivo. En el casco antiguo todavía se conservan algunos edificios que mantienen su estructura medieval original y es habitual ver ventanas pintadas de rojo, una antigua tradición que servía para recubrir las piezas de madera y así protegerlas de la corrosión.

En las localidades cercanas de Pradel, Saillé y Batz-sur-Mer se pueden visitar las salinas a través de diferentes centros de interpretación y visitas guiadas.

Pueblos bonitos de la Bretaña francesa: Guerande

Vannes

Vannes fue una de las principales ciudades del ducado de Bretaña durante la época medieval y, gracias a que no es demasiado atractiva a nivel estratégico, los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial la ignoraron bastante, motivo por el cual conserva su muralla y los bastiones medievales, que datan de los siglos XIII y XIV.

Paseando por el casco antiguo se pueden contemplar varias casas de entramado de madera y mansiones de comerciantes, especialmente alrededor de la place des Lices y la place Henri IV. Merecen especial atención el Château del Hermine y la Porte Poterne, que pasa por unos antiguos lavaderos del siglo XIX antes de desembocar en unos preciosos jardines ornamentales.

Vannes es un buen punto para alojarse si se quiere recorrer tranquilamente la zona del Golfo de Morbihan.

Pueblos bonitos de la Bretaña francesa: Vannes

Carnac

Con poco más de 4000 habitantes, esta pequeña población de la Bretaña francesa es famosa por los Alignements de Carnac. En total, unos 3000 menhires están dispuestos en hileras paralelas que miden más de seis kilómetros de longitud y ocupan unas 40 hectáreas de terreno. Si queréis visitarlos, debéis saber que están repartidos en tres campos:

  • Alignements du Ménec. Con 1.099 menhires es el mayor de todos. Desde la Maison des Mégalithes existe un mirador que permite hacerse una idea de la gran extensión.
  • Alignements de Kerlescan. Es un conjunto con 599 menhires y donde también se encuentran Le Quadrilatère y el Géant du Manio, el menhir más grande de todo el yacimiento, con 6 metros de altura.
  • Alignements de Kermario. Se trata de 1.029 menhires que están dispuestos en 10 hileras de más de un kilómetro cada una.

Te recomendamos dejar el coche en la Maison des Mégalithes, donde hay una zona de parking gratuita y desde allí reservar un tour en tren turístico (Le Petite Train) o en autobús descubierto con audioguía, una alternativa interesante para hacer con niños. Otra opción es visitar los alignements a pie, yendo con el coche a través de la Route des Alignements (D196) e ir haciendo las paradas pertinentes en los distintos puntos habilitados.

Pueblos bonitos de la Bretaña francesa: Carnac

Concarneau

La ville-close de Concarneau es uno de los lugares más visitados de Bretaña, así que si quieres evitar las aglomeraciones de turistas, lo mejor es visitarla a primera hora de la mañana. Se trata de un islote que destaca por su atalaya a la que se puede acceder a través de los dos puentes que llegan a las puertas de las murallas, construidas en el siglo XIV. Con calles adoquinadas llenas de casas de otra época muy bien conservadas, desde lo alto de las murallas es fácil contemplar todas las traineras bien amarradas que se mueven al ritmo de las subidas y bajadas de la marea. ¿Sabías que Concarneau es el primer puerto atunero de Europa y el tercero de Francia de pesca fresca?

Pueblos bonitos de la Bretaña francesa: Concarneau

Quimper

Los romanos convirtieron Quimper en un centro comercial de primer nivel y años más tarde, en el siglo XIII, los gremios se instalaron alrededor de la catedral, que necesitó tres siglos para construirse, manteniendo la importancia de esta ciudad, donde construyeron palacetes para demostrar su riqueza.

El símbolo de Quimper es, sin duda, su catedral, un gran ejemplo de arte gótico coronado por dos agujas que se elevan a 76 metros. A sus alrededores, las calles adoquinadas trasladan al viajero a la Edad Media. Es recomendable buscar las casas medievales de la calle Kereon (zapateros) y de la calle de Boucheries (carnicerías).

Pueblos bonitos de la Bretaña francesa: Quimper

Locronan

La historia de Locronan está directamente ligada a los celtas que eligieron este lugar de Bretaña para crear un nemeton, un recorrido sagrado de estaciones que simbolizan los meses del año. Pero, la ciudad se fundó en el siglo XI cuando san Ronan cristianizó el asentamiento y fue ganando importancia gracias al textil para velas. Las casas de granito conservan la autenticidad de siglos atrás. Está prohibida la circulación de vehículos por el centro histórico, así que, si viajáis con coche, deberéis aparcarlo en alguna de las zonas que hay habilitadas en las afueras del municipio. 

Pueblos bonitos de la Bretaña francesa: Locronan

Camaret-sur-Mer

Ubicado en uno de los extremos de la península de Crozon, vale la pena acercarse hasta Camaret-sur-Mer para pasear por su animado muelle lleno de casas de colores. En el espigón, se puede visitar la capilla de Notre-Dame de Rocamadour, que es famosa por sus maquetas de barcos, colocados allí como ofrendas por los pescadores. También es recomendable pasear hasta la torre Vauban, declarada patrimonio mundial por la Unesco, que durante años protegió el canal de Camaret y la entrada al puerto de Brest.

Pueblos bonitos de la Bretaña francesa: Camaret-sur-Mer

Tours y actividades interesantes en el norte de la Bretaña francesa

  • Entrada al conjunto megalítico de Locmariaquer. Visita uno de los yacimientos prehistóricos más importantes de la Bretaña francesa y contempla el menhir neolítico más grande de Europa!
  • Visita guiada por Brest. Conoce los monumentos más emblemáticos de la ciudad más occidental de Francia en estavisita guiada por Brest.
  • Excursión a la Costa de Leyendas. Déjate cautivar por los paisajes de Bretaña con esta excursión a la Costa de Leyendas. Descubrirás uno de los litorales más bonitos del noroeste de Francia.
  • Excursión a la Costa Salvaje. Con esta excursión desde Brest descubrirás los espectaculares paisajes de la Costa Salvaje de Bretaña.

Rochefort-en-Terre

Rochefort-en-Terre ganó en 2006 el título de pueblo más bonito de Francia y, más de tres lustros después, debo reconocer que es uno de los pueblos más bellos del país de los que he visitado, que no son pocos.

Ubicado en la orilla del río Gueuzon, conserva un aire de épocas pasadas con encantadoras casas con tejados de pizarra negra decoradas con infinidad de flores de colores. La place du Puits es el lugar más bonito, más concurrido y más fotografiado de todo Rochefort-en-Terre.

Para ampliar información sobre este pequeño municipio te recomendamos leer nuestro artículo Rochefort-en-Terre. Qué hacer en uno de los pueblos más bonitos de Francia.

Pueblos bonitos de la Bretaña francesa: Rochefort-en-Terre

Josselin

El castillo de Josselin es, posiblemente, el más célebre de toda la Bretaña francesa. Fundado en 1008 ha ido sufriendo numerosos cambios estructurales a lo largo de los siglos, pero actualmente luce un interior lleno de detalles y acabados. El mejor sitio para contemplarlo es sobre el puente que atraviesa el río Oust, aunque también vale la pena pasear tranquilamente por el camino que va paralelo al río, desde donde se obtienen unas fantásticas panorámicas del famoso castillo.

Para ampliar información sobre Josselin te recomendamos leer nuestro artículo Josselin. Qué hacer en el pueblo del castillo reflejado en el río Oust.

Pueblos bonitos de la Bretaña francesa: Josselin

Dinan

Dinan es una de las localidades medievales más preciosas de Bretaña. Ubicada alrededor del río Rance, es un laberinto de plazas adoquinadas, casas de vigas entramadas y unas sinuosas murallas que llegan hasta el antiguo puerto fluvial.

Su estratégica ubicación, en un cruce entre Bretaña y Normandía, y sus relaciones comerciales con Flandes e Inglaterra la dotaron de una prosperidad que todavía se respira en sus calles.

Un imprescindible de cualquier visita a Dinan es recorrer el casco antiguo y pasear por callejuelas como la rue del Horloge, la place des Merciers o la place des Cordeliers, hasta llegar a la iglesia de Saint-Malo. Detrás de la basílica de Saint-Sauveur se encuentra el Jardin Anglais, un antiguo cementerio reconvertido en jardín, desde donde se tienen unas magníficas vistas sobre el antiguo puerto fluvial de la ciudad.

Pueblos bonitos de la Bretaña francesa: Dinan

Saint-Malo

El pasado de Saint-Malo está estrechamente ligado a los piratas. A menudo se refieren a ella como la ciudad de los corsarios y es que desde la época medieval tuvo un importante puerto por el que pasaron muchos  marineros, pero también muchos piratas que la convirtieron en un enclave rico y próspero.

Los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial fueron especialmente crueles con ella, pero una magnífica reconstrucción permite al visitante tener la sensación viajar al pasado y pasear por callejuelas medievales (a menudo demasiado atestadas de turistas).

Sin duda, Saint-Malo es uno de mis pueblos favoritos de la Bretaña francesa y se debe incluir en cualquier ruta por la región. Puedes leer más información en nuestro artículo Visitar Saint-Malo, la ciudad con la bahía más impresionante de Francia.

Pueblos bonitos de la Bretaña francesa: Saint-Malo

Dinard

La popularidad de Dinard entre los turistas es culpa de ingleses y norte americanos, que la convirtieron en una de las primeras estaciones balnéaires y construyeron allí mansiones de la Belle Époque por toda la localidad. Hasta el siglo XIX era un sencillo pueblo de pescadores.

La Plage del Écluse, llena de casitas de baño de tela, es la estrella de la localidad desde finales del siglo XIX. Eso sí, hay que mirar hacia la zona de la promenade du Clair de Lune, un paseo con vistas del estuario del Rance lleno de villas sobre los acantilados, y evitar así fijarse en el horrendo casino de cemento que se construyó después de la Segunda Guerra Mundial y que todavía está en funcionamiento.

Pueblos bonitos de la Bretaña francesa: Dinard

Cancale

Encajada en una bahía con forma de concha, Cancale debe su fama a las ostras. En su puerto, La Houle, es habitual encontrar carretas cargadas de ostras cuando los barcos vuelven con la marea alta. 

Si te gustan estos crustáceos, podrás degustarlos a cualquier hora del día en los muchos puestos que los venden en la zona del puerto. De hecho, hay una playa donde la arena prácticamente ha desaparecido cubierta por una montaña de ostras ya degustadas. Se dice que en ningún otro sitio de Francia se pueden comer tan frescas como aquí. 

Si visitas Cancale en un día con buena visibilidad, te recomendamos mirar atentamente al horizonte hasta localizar la famosa silueta del Mont Saint-Michel, ubicada al otro lado de la bahía.

Pueblos bonitos de la Bretaña francesa: Cancale

Dol-de-Bretagne

Hasta el siglo X, Dol-de-Bretagne estaba ubicado sobre un alto acantilado, pero los depósitos marinos fueron alejando el mar que actualmente está contenido por el dique por el que discurre la carretera entre Saint-Malo y Pontorson.

En la Rue-des-Stuarts se conservan varias casas y palacetes de los siglos XVII y XVIII que desembocan en la Cathédrale St-Samson, el mejor ejemplo de catedral gótica de la Bretaña francesa.

Pueblos bonitos de la Bretaña francesa: Dol-de-Bretagne

Rennes, la capital de la Bretaña francesa

Rennes es la capital de Bretaña desde que Francia se anexionó en el siglo XVI. Pese a sufrir un terrible incendio en 1720 que destruyó casi un millar de casas, Rennes sigue manteniendo el aspecto medieval de su centro histórico, donde cada sábado se instala uno de los mercados de alimentos más concurridos del país.

Es una ciudad poco conocida, pero con mucho encanto y con un ambiente muy joven. Si quieres descubrir mucho más secretos sobre Rennes, te invitamos a leer nuestro artículo Visitar Rennes en un día. Los mejores planes para disfrutar de la capital de Bretaña.

Pueblos bonitos de la Bretaña francesa: Rennes

Otro castillo de la Bretaña francesa que no debes perderte

La Bretaña francesa está llena de castillos y edificios históricos. Más allá del famosísimo castillo de Josselin, si viajas a esta región de Francia te recomendamos visitar el Fort La Latte o castillo de la Roche Goyon, ubicado en el cabo Fréhel, en plena Costa Esmeralda.

Stephen III Goyon mandó construir este castillo, al que se puede llegar recorriendo un magnífico de ronda, en pleno siglo XIV con el objetivo de defender la zona de las invasiones inglesas. Te aseguramos que la visita vale la pena, especialmente si tu estancia coincide con un día soleado. ¡Fliparás con las vistas!

Visitar Fort la Latte
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Laia Díaz

Nacida en Tarragona, soy periodista por formación y vocación. Me gustan los castells, las cerezas y las redes sociales y me apasionan los viajes y la fotografía. En otra vida quiero ser viajera a tiempo completo!
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