Svitavy es un pequeño municipio de la región de Pardubice, en la República Checa, bautizado con este nombre por el río Svitava que nace cerca de la ciudad. Es poco probable que la visites de casualidad, pero si un día, sin querer, acabas en el centro de Svitavy hay algunas curiosidades que debes saber. Además, también queremos contarte uno de los mejores planes que se pueden hacer, especialmente si se viaja con niños, para descubrir el entorno natural de Svitavy.

Svitavy, la ciudad natal de Oskar Schindler

Si te gusta la historia contemporánea y el cine, es muy probable que hayas visto la película La lista de Schindler, del director Steven Spielberg, o bien que hayas leído la novela que la inspiró, obra del escritor australiano Thomas Keneally.

Pues bien, el protagonista de esta verídica y emocionante historia es Oskar Schindler, nacido en Svitavy. Es probable que hasta el momento pensarás que era alemán y, de hecho, lo era. Schindler nació en 1908, en la época del imperio austro-húngaro, motivo por el cual se lo consideraba alemán y no checo. Por aquel entonces a la ciudad se la conocía como Zwittau.

Schindler se afilió al partido nazi y desde 1939 estuvo al cargo de una fábrica de menaje en Cracovia donde casi la mitad de los trabajadores, más de un millar, eran judíos. En 1944 consiguió trasladar la fábrica a Brünnlitz, muy cerca de Svitavy, donde optó por fabricar armas. Con la ayuda de algunos trabajadores y sobornando a oficiales de las SS elaboró la famosa lista, que permitió el traslado de casi 1200 prisioneros judíos, que eran sus trabajadores en Cracovia, evitando así que acabaran en el campo de concentración de Auschwitz. 

Hoy en día, en la calle Poličská de Svitavy, delante de la casa natal de Oskar Schindler, hay una escultura en su recuerdo.

Impulsar el esperanto desde Svitavy

¿Has oído hablar alguna vez del esperanto? Se trata de un idioma planificado, creado de forma artificial, que nació con el objetivo de ser una alternativa internacional rápida de aprender.

Después de la Segunda Guerra Mundial hubo un importante movimiento ciudadano de difusión de este lenguaje en Svitavy y todavía se sigue trabajando en su difusión. De hecho, el Museo del Esperanto forma parte del Museo de la ciudad de Svitavy y recoge la historia y la actividad actual del movimiento Esperantista en la República Checa.

Una ruta de actividades por el entorno del lago Rosnička de Svitavy

Aunque no tenga grandes atractivos turísticos (no puedes dejar de pasear por debajo de los soportales de la plaza de la Paz), la vinculación de Svitavy con ciertos eventos históricos es notable. 

Ahora bien, sin duda, uno de los lugares más bonitos de Svitavy es el entorno del lago Rosnička, un espacio natural donde muchos habitantes de los alrededores de la ciudad van a disfrutar de las tardes veraniegas.

Más allá de la belleza del paisaje, se ha ideado la ruta Svátova zázitkova cesta (que traducida vendría a ser algo así como la Ruta de los Santos) a través de la cual hay que ir superando juegos y retos para ayudar al elfo Sváťa a liberar a la princesa cisne atrapada en el lago.

El primer paso, pero, es pasar por la oficina de turismo de Svitavy, ubicada en la plaza de la Paz, donde se puede adquirir una de las bolas de madera que te permitirá jugar a todos los juegos que hay alrededor del lago. Allí también se facilita un pequeño cuaderno con un mapa y donde, una vez se localiza cada juego, hay que dibujar el relieve que se encuentra en cada panel. Si se consigue completar todos los dibujos, se puede regresar a la oficina de turismo donde se entrega un pequeño obsequio. 

La ruta se puede empezar desde distintos puntos y tiene una longitud de unos 2 km. Se trata de un camino muy plano, apto para bicicletas, patinetes y cochecitos. La información sólo está disponible en checo, pero es muy fácil de interpretar.

Es una actividad ideal para disfrutar en familia de una mañana o una tarde descubriendo un paisaje natural lleno de encanto y tranquilidad.

Dónde alojarse cerca de Svitavy

Muy cerca de Svitavy se encuetra la ciudad de Litomyšl, que guarda el encanto de aquellos lugares que todavía no se han masificado y donde no han llegado las grandes cadenas hoteleras. Durante nuestra ruta por la República Checa dormimos en este bonito pueblo, en el pequeño Antik Hotel Sofia. Lo regenta una familia de Litomyšl, muy amable y el establecimiento, que también funciona como galería de arte, está cuidado y limpio al detalle. Los desayunos que sirven son excelentes. Además, su propietaria habla bastante bien el español, cosa bastante extraordinaria en esta zona del país.

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