Este verano no disponemos de muchos días de vacaciones, pero, sin embargo, hemos tenido la oportunidad de hacer una pequeña escapada y el destino elegido ha sido Cantabria, donde aprovechamos para visitar el Parque de la Naturaleza de Cabárceno con nuestra hija de 16 meses.
Como a todos los niños pequeños, le gustan mucho los animales (a mí también) y habíamos leído que la visita valía mucho la pena, así que decidimos dedicar uno de los días a visitar el parque. Ahora bien, aunque disfrutamos, no todo es de color de rosa al visitar Cabárceno con un bebé de esta edad.
Así pues, si tenéis intención de visitarlo con un niño de corta edad, os recomendamos que leáis nuestra experiencia después de visitar el Parque de Cabárceno con un bebé.
Cómo es y donde está el Parque de Cabárceno?
El Parque de la Naturaleza de Cabárceno, ubicado a 25 kilómetros de Santander, es la mayor extensión de animales (desde elefantes, pasando por tigres, osos y numerosas aves) en semi libertad de toda la Península Ibérica. Concretamente, están repartidos en un área de más de 200.000 metros cuadrados.
El recinto tiene dos entradas, una al este del parque, llamada Cabárceno y ubicada justo al lado del recinto de los elefantes, y otra en el oeste, de nombre Obregón, donde se encuentra el recinto de los reptiles y los leones marinos.
Cómo se realiza la visita a Cabárceno?
Lo más recomendable y habitual es hacer la visita al recinto en coche particular, ya que hay un trazado de más de 17 kilómetros por donde circular para ir encontrando los diferentes recintos donde están los animales. Además, también hay varios teleféricos que vale la pena coger (los trayectos están incluidos en el precio de la entrada) para ver el parque y muchos animales desde las alturas.
Muchos de los recintos de animales tienen zonas de aparcamiento cercanas, pero otros necesitan breves recorridos por pistas que únicamente son para pasar caminando.
Vale la pena visitar Cabárceno con un bebé?
Sí y no. Aunque la experiencia fue buena, tal vez si hubiéramos leído algún artículo similar a este hubiéramos cambiado de idea y habríamos dejado la visita para cuando la pequeña viajera de la familia fuera un poco mayor.
A Aina, como a todos los niños, le encantan los animales y, de hecho, tiene una especial fijación por los elefantes, así que sólo por la cara que puso cuando los vio ya valió la pena la visita, pero hay algunas cosas que deberíais saber.
En el caso de los elefantes o los osos fue muy fácil para Aina ver los animales en movimiento e identificarlos porque están relativamente cerca de la zona desde donde los puedes observar. En el caso de otros animales, el recinto donde viven es tan grande que, incluso para un adulto, puede ser muy complicado conseguir localizar los animales en según qué momento del día.
Si váis en verano (y en plena ola de calor como nos pasó a nosotros) sufriréis mucho calor. No dudo que este clima sea más idóneo para muchas de las especies que viven en él, pero nosotros pasamos algún rato realmente asfixiante. Entrar y salir del coche, cargando a la pequeña en brazos, poniéndola y sacándola de la silla… no ayudó a soportar el calor.
Aunque dentro el parque se puede comprar bebida fresca, no está de más que también en lleváis desde fuera y una nevera portátil con hielo os será de lo más útil.
El calor también hizo que algunos de los animales estuvieran escondidos en zonas de sombra (llámales tontos), lo que también nos complicó poder verlos fácilmente. Así pues, os recomendamos que vayáis pronto para evitar el calor, además, de esta manera, también os evitaréis algunas de las aglomeraciones que se forman en las horas más concurridas en algunas zonas.
Tanto si viajáis con niños o como si no, es importante que antes de comenzar la visita os miréis el mapa que te dan con las entradas y planifiquéis un poco la ruta. De hecho, si queréis, podéis empezar a planificarla desde casa consultando el plano oficial del parque.
Aparte del momento de los elefantes (volvimos al recinto hasta tres veces porque Aina no paraba de repetir “trooompa, trooompa”), la pequeña también se lo pasó muy bien haciendo el recorrido en teleférico. Ahora bien, quisimos hacer todo el recorrido y la emoción del primer teleférico (en total, son cuatro tramos) fue disminuyendo y el cuarto tramo ya empezaba a estar un poco harta.
En la casa donde nos alojábamos nos habían recomendado muchísimos las exhibiciones de aves rapaces y las de los leones marinos, pero ambas se hacen en recintos a pleno sol, por lo que desistimos a quedarnos allí porque ya estábamos todos bastante agobiados de calor de sol. Sobre todo, no olvidéis llevar protección solar y gorra o sombrero!
Finalmente, otro de los puntos donde más disfrutó la pequeña fue en la zona de la granja donde hay gallinas, burros, cabras…, animales que están en recintos más pequeños y donde ella los podía identificar fácilmente. De hecho, seguramente, antes de hacer la visita habríamos tenido que valorar mejor que Cabárceno no es un zoo y, tal vez, para un niño tan pequeño es una visita difícil de entender y disfrutar.
Precios y horarios del Parque de la Naturaleza de Cabárceno
Los horarios y los precios de las entradas varían en función de la temporada en que visitéis el parque, así que lo mejor que podéis hacer es consultarlo en la página web oficial.
En nuestro caso las entradas nos costaron 30 euros por persona. Los niños no pagan hasta los 3 años.
En la página web de Cabárceno se pueden comprar las entradas de forma anticipada con un 10% de descuento. Tened en cuenta que se deben comprar, como mínimo, el día antes de la visita. Nosotros nos encantamos y cuando intentamos hacer la compra online el mismo día un rato antes de ir, ya no nos dejó y tuvimos que comprarlas en taquilla.
Alojamiento cerca de Cabárceno
Cabárceno está ubicado a 25 kilómetros de Santander, así que es una zona con una oferta de alojamiento muy amplia.
Sin embargo, queremos recomendaros la casa donde dormimos nosotros durante las tres noches que pasamos en la zona y que está unos escasos 15 minutos de una de las entradas del parque.
El Mirador de Rivas es una casa de piedra de los años 20 completamente remodelada y que regentan una madre y un hijo desde hace 11 años. Las habitaciones son pequeñitas, pero muy cálidas, y el entorno, así como el trato que dispensan en Juan y su madre, un auténtico lujo.
Nosotros estuvimos encantados, a la pequeña la trataron como una reina y ella estuvo encantada de despertarse cada mañana, salir de la casa y ver que podía correr a derecha e izquierda en busca de vacas.
Así pues, si viajáis por la zona y buscáis donde alojaros, no lo dudéis, en El Mirador de Rivas os tratarán de lujo a un precio más que competitivo. Nosotros pagamos 70 euros la noche, con desayuno incluido, en plena temporada alta.
¿Habéis estado en Cabárceno? ¿Qué os pareció la visita?
Hola! Muy interesante el artículo. Nosotros tenemos pensado ir con nuestra hija de 2 años y lo que nos preocupa es la siesta. ¿Cómo hicisteis para que durmiera la peque? ¿Hay alguna zona donde podamos estar y que duerma en el carro o así?
Hola Cristina! Hay zonas de picnic y también una zona con restaurante donde podéis descansar y estar tranquilamente. Te diré que nuestra hija dormía en el coche, mientras hacíamos algunos de los recorridos entre zonas del parque, ya que para ir de una zona a otra usamos bastante el coche para evitar el calor.
Espero haberte ayudado un poco! Pasadlo muy bien por Cabárceno!